El pasado sábado día 6 de marzo, Julene Bouzo se desplazó hasta tierras malagueñas para disputar el Campeonato de España sub-20 en Antequera. Lo hacía en la prueba que mejor domina, el salto de altura, y acudía como tercera mejor marca de las participantes. La preparación previa había estado dirigida sobre todo a mejorar ciertos puntos de su técnica, que sin duda la iban a beneficiar en la mejora de sus marcas. Así pues, todos los entrenamientos eran una clara mejoría de su técnica anterior, y los test nos decían que iba a mejorar su marca previa de 1.66 en cuanto hiciera su primera competición. No defraudó, y mejoró su marca en 4 centímetros, saltando 1.70 en un gran concurso. Pero dos semanas después, en el Campeonato de Euskadi volvió a sorprender con otra gran mejoría en su marca y rebasó el listón en 1.74. En tan solo un mes, su progresión había sido de 8 centímetros, algo increíble pero predecible, ya que sus entrenamientos habían sido muy buenos. Con todo esto, nos presentamos en Antequera con la tercera mejor marca estatal y con un gran estado de forma. Había que aprovechar la racha que Julene tenía y hacer un Campeonato de España acorde a sus marcas. Su saber estar en la pista, su concentración y su madurez, me hacen pensar que Julene ha cambiado como de la noche al día, y que ahora sí cree en sus posibilidades y mira al listón de frente, y no desde abajo. Un concurso limpio dejo en 1.71 a las tres claras favoritas, ahora solo se tenía que decidir el color de las medallas que cada una se llevaría colgada en su cuello. El 1.74 fue pasado a la primera por la clara favorita, Una Stancev, y tanto Aina como Julene fallaron en sus dos primeros intentos, por lo que el último salto era el decisivo. Aina falló su tercer intento y quedó eliminada, por lo que Julene se la jugaba en su último intento sobre 1.74. Se concentró como nunca, visualizó el salto antes de empezar la carrera y sabiendo que, aunque no lo tenemos bien entrenado, volteó los brazos para hacer un mayor impulso en la batida, sin miedo a desestabilizarse en el aire. Su salto fue tan bueno que pasó el 1.74 y, justo pasarlo Julene, fue consciente de lo que había realizado. Su sonrisa lo decía todo, acababa de volver a igualar su mejor marca y ya era medalla de plata, que más podíamos pedir. Aunque el 1.76 no lo pudo pasar, tuvo un primer y tercer intentos que, sobre todo, nos hace pensar que esa altura puede ser un próximo objetivo a batir en fechas cercanas. Pero todo se andará, ahora toca descansar y pensar en pista al aire libre, planificar bien el resto de la temporada y poner un objetivo ambicioso pero cabal, y tener la ilusión y las ganas de trabajar en cada entrenamiento, para que ese objetivo se pueda hacer realidad. Buen trabajo Julene, si eres constante en el trabajo diario los objetivos estarán más cerca de ser conseguidos. Cómo has cambiado mi pequeña, me alegro un montón por tí, sigue en esta línea y no decaigas, aunque vengan malos tiempos. Yo siempre estaré ahí. ZORIONAK JULENE